Acerca de mi sueño de verdadera felicidad.

Hoy soñé que finalmente era feliz.
Un torrente de plenitud que nunca podre describir me invadió; ya no sentía esa pesadez oscura y fría en mi pecho. Al fin la mujer de mis anhelos, el ser mas importante en mi corazón me había correspondido. ¡Como describir esa sensación! ¿como?... ya no había dolor porque el regocijo de esta virtud desvanecía las penas, así como se diluyen los ríos en el mar. Era solido, un sentimiento de bienestar mutuo, el calor de un simple abrazo, un inocente beso en la mejilla y un susurro: "realmente te quiero, como no tienes idea."

...pero al abrir los ojos... que cruel y bastarda puede ser la realidad al quitarte esos momentos tan lucidos. Esos momentos, los quicieras siempre, y que fueran tu vida... no la mediocridad que tienes hasta ahora.

Ahh... Para mi esa mujer jamas ha sido un deseo superfluo, jamas ha sido lujuria o una fijación absurda. Me di cuenta de algo muy importante en nocturnas visiones de una realidad posible anoche. Entre las penumbras del día de ayer y el alba de este día descubrí que me había ocultado tanto tiempo: Es amor.

No estoy obsesionado y, ¡carajo! el solo imaginarlo, me duele como si no tuviese aire y una pesada estaca no me dejara seguir en pie al pensar que nunca estaremos juntos.
sin embargo, deseo de verdad que sea feliz con quien ella decida estar... la amo, y su felicidad sera mi felicidad en tanto los dos vivamos bajo este estrellado firmamento.
Hay algo muy profundo en mi que me hace pensar que pronto estare cual destrozado espejo, herido en una mancha carmín de recuerdos de nostalgia de lo que jamas fue. Y a la vez en un breve aliento recordaria que la quiero; la quiero feliz y segura de su vida, por eso necesito dejarla ir.