Alcanzame

Por siempre estarás en mi. Los errores que cometí en mi vida no pesan tanto como el de haberte dejado sin razones para quedarte. Hoy y siempre permanecerás. Hoy te recuerdo cómo siempre lo he hecho, cómo nunca he dejado de hacerlo.
Podría correr tras de ti una vez más pero ya me he cansado de correr tras es viento; tras una promesa que nunca cumplimos, un sueño de juventud que se desvanece cuándo la mirada empieza a empañarse por la realidad. Fuiste mi dulce juventud, mi más grande anhelo. Me mantuviste con vida cuando ya no había esperanza. Hoy recuerdo con amargura que nada es eterno; la ambición y el deseo son más poderosos que la mediocridad para algunos, no todos vivimos bajo una roca.
Ten suerte, y a pesar del rencor y el dolor no puedo dejar esos maravillosos días de verano a tu lado. Mi vida perdió un poco de brillo al apagarse tu luz. Hoy deseo saber que camino tomar, alguno que me saque de la tiniebla y me acerque a ti.
Tus sueños son sólo tuyos. Hoy y siempre serán tu fuerza. Yo no puedo volar o correr, jamás he podido, yo sólo puedo caminar a dónde quiera que sea necesario.
Algún día tal vez las sendas se volverán a unir y en ese momento sabremos qué fue lo que el tiempo le ofreció a cada quien: sabremos que nos tocó pagar y perder para ganar el futuro.
Si corres, no olvides mirar atrás para admirar cuán lejos te han llevado tus pasos. Hoy ya no llevas un lastre encima. Sólo el tiempo sabe a dónde termina tu camino.