Solo queda lo que fuimos alguna vez, un recuerdo, una
historia que contar. Aun las estrellas en el firmamento no son eternas, lo que
vemos ahora no es más que una sombra de lo que fueron alguna vez. Su resplandor es su legado,
su luz tardía es lo que eran antes de morir. El humano es parecido de cierta forma a una estrella:
al final se marchita y se trasforma en algo distinto, sin embargo, lo que se
recuerda son las acciones de su vida que perduran con quienes las miran.
martes, mayo 26
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