My only question

Nothing last forever. Not the diamonds, not even stars. Could our feelings and memories last... even after life?

lunes, abril 23

La Caída. La Catarsis.





En la vida hay verdades ineludibles. Sabemos que al nacer, también estamos predestinados a morir. Al crecer, con cada año que pasa, también decaeremos. Y al andar, sin duda alguna CAEREMOS. Hay verdades que son inexpugnables con nuestra naturaleza humana, no podemos evitar envejecer y enfermar; y uno de nuestros mas grandes miedos y ataduras es saber que tarde que temprano... tambien moriremos.

Creo que de todo esto, la unica esperanza que nos queda en a la vida y su inexorable rigidez con respecto a nosotros, es que indudablemente podemos elegir si continuar o quedarnos tirados. Afortunadamente podemos elegir levantarnos si así lo deseamos. La caída solo dura unos segundos, pero la miseria que nos trae consigo puede dejar secuelas eternas. Duele seguir, pero si no continuas andando, entonces continuas con la caída; así la inercia te controla en una azarosa inestabilidad, continuas tropezando y la tierra te reclamara como suyo en cada nueva caída porque, no has terminado de caer y tampoco has comenzado a levantarte.

Caer es también renacer, es una catarsis pues, solo al conocer la dureza del suelo es que realmente conocemos lo importante que es estar de pie. Esto puede que se deba a que, según la teoría de la evolución, el humano proviene del primate y como la gran mayoría de ellos yace encorvado en cuatro patas, su perspectiva del mundo es en una dimensión, donde las limitaciones corpóreas propias de este ser le dejen escudriñar la realidad; es según esta perspectiva terrena al ras del suelo,  donde su consciencia se desarrolla, su mente ofrece la información de su existencia en relación a este mundo. El humano difiere entonces a sus parientes en el simple ademan, en el poder de escudriñar conscientemente y no, instintivamente la perspectiva de los cielos. Es ahí desgraciadamente, que pasa la mayor parte de tiempo. Es donde radican sus sueños y esfuerzos, en poder conquistar lo que solo le es permitido a los dioses, puesto que es su morada ancestral.

El humano pasa tanto tiempo pensando, tratando de materializar lo intangible, tratando de llevarse de lo onírico sus mas anheladas ambiciones de ese mundo de éter y electricidad que, es ajeno a la salvaje y devastadora realidad circundante tanto así, que cree haber dejado de ser un animal cuando es la tesis misma de la bestialidad en su mas retorcida forma primitiva. El humano pues un animal en toda forma. El humano una bestia como otras al fin. Y es esta bestia que no tiene templanza, es tanta su necesidad de ser eterno que no mira hacia donde se dirigen sus propios pasos, no observa sus propias huellas y consecuentemente: Cae. Cae como todos lo hacemos pero, tristemente el humano resbala con las mismas piedras desde el inicio de su estancia solitaria en esta roca giratoria.

La caída es lo único que puede redimirnos, me atrevería a afirmar con certeza que es una gran cura para el orgullo que nos invade de vez en cuando en nuestra pomposidad y arrogancia por tratar alcanzar un esbozo de divinidad pero, desgraciadamente, no hemos pasamos de ser unos simios que emulan lo que ven hacer a sus amos, sin razonarlo certeramente.
Levantarse es una proeza, implica dolor y recuperasion. Es quizás la forma mas efectiva de aprender. El humano pasa gran parte de su vida intentando controlar este cuerpo animal que cree no tener ni merecer y que tambien ironicamente no es ni remotamente el mas bello, fuerte o perfecto en la naturaleza. Tarda mas en caminar que en hablar, es como una prisión para un ser que se cree incorpóreo.

Si no logramos ver a través del dolor en si mismo, si no logramos dominar el miedo a los terribles males como el deseo desmedido y la vanidad... tal vez nunca aprenderemos a como caer. Aun mas importante es que si no aceptamos la realidad de la caída, del dolor, del sufrimiento, de la enfermedad, de la vejez y finalmente de la muerte... Tal vez la humanidad se quede en el suelo, siendo cubierta por capas y capas de tierra relegándose así al olvido y la extinción como también miles de otras especies lo han hecho en devenir de los ciclos de la esfera motriz, no somos únicos y ciertamente somos reemplazables, la verdad es que si queremos seguir existiendo, debemos levantarnos y continuar a pesar de la adversidad.

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