martes, julio 21
El Escrito de un Macilento
Te odio tanto por haberte incrustado en mi memoria. No es un odio que fluye por mi hígado y que tensa mis músculos en ardiente furia, es mas bien una tristeza amarga en mi por que te recuerdo cuando ese silencio nocturno esgrime mis oídos, con mis vidriosos ojos sumidos en las tinieblas, vislumbrandote en las ventanas que dan a la calle... pensando los buenos ratos juntos... porque creo que jamas te voy a olvidar.
ya son las tres cuarenta y cuatro, no puedo pensar en otra cosa más que en correr para decirte verdades que me tranquilizaran, pero, que sin embargo no cambiaran nada en mi vida.
...solo espero estés feliz con lo que tienes... te deseo lo mejor por siempre.
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