El acecho de cerbero (fragmento)

Damian: un buscapleitos, un ebrio, un macilento decadente, un estridente loco y un drogadicto. Una persona repugnante a los ojos de don alberto un hombre refinado, que fue criado con las buenas costumbres, los valores de la familia y el trabajo duro. licenciado en derecho, un perspicaz abogado recto y severo pero, tambien padre damian. clamo mil veces a los cuatro vientos que damian era producto de belial, pero de ninguna manera semilla suya.

Damian esta ahora en el bar, esperando a miriam. esa mujer que se encontro casualmente dormida a su lado una noche de otoño despues de una fiesta con sus amigos y, desde entonces no logra entender por que ella aun sigue durmiendo cada noche en esa enmarañada posilga que le gusta llamar casa, donde casualmente el tambien intenta escapar del insomnio. el piensa que tal vez, miriam trata de olvidar su pasado, ha intentado escapar por años y su unico refugio esta alli, con ese trasojado vago.
damian mira de reojo, sorbe su trago de vodka, despues inhala su cigarrillo y suelta una sonrisa burlona. se da la vuelta sin levantarse del banco en el que yace sentado aspira el tabaco de nuevo, inmutado, ahora mirando las coloridas luces rojo y azul que se reflejan en la pared del fondo y trata de ignorar el estridente ruido de la patrulla del que provienen.
-jodete, miriam. reprocha damian apenas la ve entrar al tugurio de mala muerte que suelen frecuentar
-¡vete al carajo imbecil! ¡se suponia que irias por mi idiota! ¡me tuviste esperandote dos horas en la puta parada con este frio de mierda!
-no me dio la gana ir o tal vez se me olvido. despues de todo te dije que no queria verte hoy.
-pendejo...
miriam muy cabreada le suelta una bofetada, le hace un gesto con el dedo medio y se va finalmente.
damian, displacente solo se da la vuelta nuevamente y le da un sorbo a su vaso mientras tira la ceniza de su colilla.