No puedo luchar contra ti. Eres demasiado poderoso. Lejos de debilitarte con lo que ahora acontece en mi vida, solo parece que voy aplazando tu emerger. Que maldita bestia eres... estas ahí acechando aun. Puedo oírte reír entre las tinieblas.
Sé que deseas, sé dónde estás pero no puedo matarte. Has logrado ejercer tal control que ya no se realmente que hacer para acabar contigo; he creado máscaras, pero dejas siempre una semilla. Ya solo parezco una marioneta que actúa en un maldito escenario, es como un juego para ti. No te temo más me repugnas. No puedo deshacerme de ti; aunque no oiga tu voz, te siento. Realmente me asusta: me veo luchando contra tu voluntad, no son palabras, son acciones. ¿Deseas ver arder el mundo? ¿Deseas poder desatarte? Yo prevaleceré o moriré en el intento.
Pierdo fuerzas...
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