miércoles, marzo 17
La Recompensa
"Hijo mio, hoy lucha por las avenencias de tus allegados, por el bienestar de tus amados. Hoy hijo mio, te daré un soplo de mis apagadas experiencias, de mis asombros perdidos y mis perdidos días de gloria; con mi vida que se extingue quiero darte toda la sabiduría que me queda, pero el tiempo me reclama, la tierra me envuelve y mi aliento se funde con el vació... se que solo queda esperar, esperar a que la semilla de mi vida plantada en ti de frutos mas grandes que los que yo jamas haya imaginado. No veo ya la luz, pues la contemple toda mi vida en las cansadas acciones del sendero difícil, del arduo camino de siniestros demonios, luche contra la siniestra umbra de mis pasiones e instintos, solo para alcanzar un esbozo de honor para mi, un sabor de autenticidad y gloria. Mejor aun son los sabores que quedan en mi al saber que mi recorrido camino sera un buen inicio para ti hijo mio; no hay palabras suficientes en este mundo; no hay imagen para expresarte lo que he dicho; no hay letra que esboce la que siento, pero hijo mio, vive por lo que alguna vez disfrute, no seas un árbol idéntico, se una rama aparte si así lo deseas, pero recuerda a tus raíces, nunca olvides quien eres... esta es mi ultima bocanada y mi ultimo aliento, pero no sufras por que ya no estoy, regocijate por que ahora seré inmortal en ti y en todos los que sigan la senda del bienestar común, de la lucha eterna, los que sigan el camino del guerrero.
Hijo mio, ese sendero es el intransitado recorrido del alma, el que nos hace llorar sangre, pero que nos recompensa en lo mas profundo del espíritu... sigue la senda hijo mio, por que yo estoy aquí, no me he ido. Estoy aquí en la guerra: esta es mi vida, esta es mi recompensa, pues, de todo lo que tuve solo puedo llevarme esto a la eternidad. Las espadas con las que arrebate vidas se han oxidado y quebrado. La armadura que alguna vez porte tarde o temprano sucumbira como yo. Mi corcel lo han alcanzado los años y, sus júbilos se han ido. Con mi amada esposa he pasado los mejores años, los días de felicidad y juventud, la enfermedad y el hambre, el dolor, la tristeza y vejez; ahora su belleza jovial se marchita poco a poco como las flores de cerezo, por primera vez, lloro al saberme lejos de ella y caer en cuenta que de esta batalla no regresare para decirle que la amo. Pero tu estas aquí hijo mio, no para cobrar venganza, si no para vivir en virtud; jamas en dolor y rencor... busca la verdadera felicidad, la verdadera paz, la autentica justicia. Ese es el camino del guerrero.
Ya llega el final, mi amado hijo. Habrá momentos de duda como toda la vida en si y buscaras consuelo en tus recuerdos, buscaras entonces tus raíces; yo se que desearas que este ahí para darte un consejo y sin embargo ya no estare en cuerpo para ti. Cuando eso pase, recuerda este ultimo consejo: defiende a toda vida hasta el ultimo aliento."
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1 comentario:
Hola mi amor
El escrito me encanto
esta genial
muy inspirador jiji
Te quiero muchooo
Nos vemos luego :)
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